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Caso Diciembre 2018

Recién nacido varón de 38 semanas de gestación, 3160 g de peso y 33 cm de perímetro cefálico, fruto de un embarazo no controlado. Madre de 27 años epiléptica sin tratamiento, consumidora de tóxicos (tabaco, marihuana y cocaína) durante la gestación. Parto vaginal. El test de Apgar fue 9 y 9 al minuto y 5 minutos, respectivamente. A las 3 horas de vida presentó dificultad respiratoria leve y a las 24 horas presenta irritabilidad sugestivo de un estado de deprivación, iniciándose tratamiento con metadona durante 2 días. El test de cocaína en orina fue positivo. A las 72 horas el recién nacido presenta un episodio de cambio postural tónico con hiperextensión de las 4 extremidades que fue considerado epiléptico por cursar con bradicardia y desaturación. En el aEEG continuo se observaron crisis eléctricas sin correlato clínico. El niño requirió intubación y ventilación mecánica. Requirió tratamiento anticonvulsivo con tres fármacos para detener las crisis. La ultrasonografía cerebral puso de manifiesto agenesia del septum pellucidum. La RM cerebral a los 16 días de vida mostró los hallazgos apreciados en la Figura 1

Figura 1.Corte Axial en T2-WI

Figura 2. Corte coronal en T2-WI

Figura 3. Corte coronal en T2-WI.

En base a los hallazgos apreciados en la RM, ¿cuál de las siguientes opciones es la correcta?

  1. Holoprosencefalia lobar sugerida por la agenesia del septum pellucidum y alteración del cuerpo calloso.
  2. No se aprecian alteraciones que justifiquen las convulsiones repetidas durante el periodo neonatal.
  3. Las imágenes de RM confirman la presencia de alteración predominante de la sustancia blanca como origen del cuadro clínico.
  4. Polimicrogiria perisilviana y parieto occipital bilateral.

La respuesta correcta es la 4. Polimicrogiria perisilviana y parieto occipital bilateral.

La polimicrogiria (PMG) es una malformación cortical caracterizada por una superficie cerebral irregular con un número excesivo de circunvoluciones pequeñas y parcialmente fusionadas, separadas por surcos poco profundos. De acuerdo a su extensión, la PMG puede ser focal o difusa, unilateral o bilateral. Los niños con PMG tienen un alto riesgo de desarrollar epilepsia, que pueden iniciar en el periodo neonatal, pero generalmente comienza más tarde cuando el niño tiene varios meses o aún años de edad. La epilepsia suele ser refractaria a los medicamentos antiepilépticos y las convulsiones más frecuentes son ataques tónicos o atónicos, convulsiones tónico-clónicas, espasmos infantiles o ausencias atípicas. Cuando la PMG involucra al área perisilviana, como en este caso, otras manifestaciones son: parálisis pseudobulbar con diplejía facial y signos piramidales. La parálisis pseudobulbar produce movimientos restringidos de la lengua, babeo, problemas de alimentación y disartria. Los movimientos faciales voluntarios y emocionales pueden estar disociados. Los casos con PMG extensa suelen presentar retraso cognitivo.

La PMG es un trastorno heterogéneo en cuanto a causa, embriogénesis y puede presentarse como una lesión aislada (lo más frecuente) o asociada con otras malformaciones o anomalías cerebrales. La PMG puede apreciarse en varios síndromes genéticos, cromosómicos o teratogénicos. Estos últimos por tóxicos o infecciones fetales intraútero. En el caso presentado, la imagen sugiere la forma clásica de PMG; un trastorno postmigracional que parece ser el punto final de diferentes procesos etiológicos. Entre los procesos etiológicos que pueden originar esta variedad clásica de PMG están: infección congénita por CMV, intoxicación por monóxido de carbono, hipoperfusión placentaria en el segundo trimestre, transfusión gemelar, pérdida de gemelo en el útero o medicación materna. Se ha sugerido que mecanismos vasculares subyacen a esta variedad de polimicrogiria.

En el paciente presentado, es posible atribuir esta alteración a los efectos sobre la vasculatura cerebral de la cocaina consumida por la madre pero también pudiera ser un hallazgo casual o subyacer una causa genética. El consumo materno de cocaína se ha relacionado con microencefalia y sobre todo con lesiones isquémicas focales o multifocales del cerebro. Estas lesiones se artribuyen al vasoespasmo causado por la cocaina o la oleada catecolaminérgica ocasionada por la cocaína.

GANADORA:  Adriana Cuaresma, máster en Neonatologia de HSJD