Project Description
Caso Octubre 2018
Gestante de 37 años de edad, remitida desde otro centro a las 34 semanas de edad gestacional por detectarse en la ecografía fetal ventriculomegalia, polihidramnios y retraso de crecimiento intrauterino (RCIU).
Las serologías maternas fueron negativas (no se realizó estudio de citomegalovirus). No exposición materna a teratógenos. Pareja sana no consanguínea.
Figura 1. RM fetal. Corte Axial T2WI cerebral.
Figura 2. RM fetal. Corte sagital T2W1 cerebral.
¿Qué hallazgos encontramos? Elige la opción más adecuada:
- Ventriculomegalia triventricular aislada muy probablemente secundaria a estenosis del acueducto de Silvio.
- Malformación cortical tipo lisencefalia.
- Desarrollo cortical acorde a su prematuridad pero hay que descartar una infección congénita por CMV por la ventriculomegalia.
- Ventriculomegalia triventricular secundaria a hemorragia intraventricular prenatal.
Respuesta correcta: 2. Malformación cortical tipo lisencefalia. Síndrome de lisencefalia de Miller-Dieker o lisencefalia clásica.
En los cortes de la RM cerebral se observa una corteza cerebral lisa con escaso desarrollo de las circunvoluciones, los surcos y las cisuras parieto-occipitales, calcarina y cingulada para la edad gestacional del feto; una cisura de Silvio lisa con retraso de la operculización y una ventriculomegalia triventricular.
Se trata de una alteración del desarrollo cortical secundario a la migración anómala de las neuronas. Desde un punto de vista anatomo-patológico se distinguen dos tipos de lisencefalia.
La lisencefalia tipo I o clásica que se caracteriza macroscópicamente por la ausencia (agiria) o aumento del grosor (paquigiria) de la corteza confiriéndole ese aspecto liso de la superficie cortical.
Los genes más comúnmente involucrados son el gen LIS1 (PAFAH1B1), (60% del total de casos) en el cromosoma 17p13.3 y el gen DCX o XLIS ligado al cromosoma X. Otras causas menos frecuentes que se han descrito son: infección congénita por citomegalovirus (CMV), síndrome de Zellweger, déficit de piruvato deshidrogenasa, acidemia glutárica tipo 2 y hiperglicinemia no cetósica.
La lisencefalia tipo II se caracteriza macroscópicamente por el aspecto nodular de la superficie cerebral confiriéndole un aspecto de “empedrado”. Se asocia a la distrofia congénita muscular de Fukuyama, el síndrome de Walker-Warburg y la enfermedad músculo-ojo-cerebro.
Este caso se trata de una lisencefalia tipo I ( Síndrome Lisencefalia Miller-Dieker -OMIM#247200). Se descartó una infección congénita por CMV y se realizó amniocentesis para estudio de array-CGH en el que se objetivó una microdelección en la región 17p13.3.
El síndrome de Miller-Dieker es causado por la pérdida de un gen particular en el cromosoma 17, LIS1 (PAFAH1B1), que es responsable del signo característico del síndrome de lisencefalia. La pérdida de otro gen, YWHAE , en la misma región del cromosoma 17 aumenta la gravedad de la lisencefalia. Estos pacientes presentan al nacimiento unos rasgos faciales distintivos que incluyen una frente alta y prominente y pueden tener un surco vertical con estrechamiento bifrontal. Los ojos están ampliamente espaciados con fisuras inclinadas hacia arriba. La nariz es muy corta con narinas antevertidas. El labio superior es largo, ancho y grueso. Las orejas pueden tener un aplanamiento menor de las hélices.
En el periodo neonatal pueden presentar hipotonía, convulsiones, dificultades respiratorias, en la alimentación y alteraciones de la neuroconducta. En el seguimiento neuroevolutivo destaca una discapacidad intelectual grave, retraso en el desarrollo, espasticidad, y crisis de tipo espasmos infantiles o síndrome de Lennox-Gastaut.
La mayoría de los casos del síndrome de Miller-Dieker no se heredan. La eliminación del gen sucede como un evento aleatorio durante la formación de células reproductivas (óvulos o espermatozoides) o en el desarrollo fetal temprano. Las personas afectadas generalmente no tienen antecedentes del trastorno en su familia pero se aconseja hacer un estudio de FISH a ambos padres con una sonda específica para esta región con el fin de descartar la presencia de reordenamientos equilibrados que puedan aumentar el riesgo de recurrencia. La mayoría de las personas con esta afección no sobreviven más allá de la infancia.
GANADOR: Dr.Arturo Hernández de Boris. Residente R4 de Pediatría del Hospital de la Paz (Madrid)