La infección congénita por CMV (CMVc) es la infección fetal más común (prevalencia entre 0,2% y 6,1% de todos los nacidos vivos) y constituye un importante problema de salud pública. Entre las más frecuentes consecuencias de esta infección está la pérdida auditiva neurosensorial y el deterioro del neurodesarrollo.
Todavía es no está claro qué recién nacidos corren el riesgo presentar pérdida auditiva al nacer a pesar de la gran cantidad de investigaciones realizadas sobre este problema. Recientemente se ha publicado en JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery un amplio estudiocuyo objetivo fue identificar factores de riesgo independientes para la hipoacusia relacionada con la infección CMVc y conocer los predictores de severidad al nacer.
El estudio incluyó 1033 RN con CMVc procedentes del registro flamenco de CMVc, el cual involucra a 6 hospitales terciarios en Flandes y Bélgica. Los pacientes fueron incluidos en el estudio si se confirmó infección por CMVc y se había evaluado el estado auditivo al nacer. Se excluyeron los pacientes que presentaban otras posibles causas de hipoacusia neurosensorial.
Una infección CMVc sintomática estaba presente en 416 (40,3%) neonatos y la infección asintomática en 617 (59,7%). La pérdida auditiva fue diagnosticada en 159 (15,4%) siendo aislada en la mitad de ellos (n = 80 [50,3%]). El modelo de regresión identificó 3 factores de riesgo independientes para la pérdida auditiva congénita: presencia de petequias al nacer (odds ratio ajustado [ORa] 6,7; IC del 95 %, 1,9-23,9), quistes periventriculares (PV) en la RM cerebral (ORa 4,6; IC95%, 1,5-14,1) y seroconversión en el primer trimestre (ORa 3,1; IC95%, 1,1-9,3). La seroconversión en el primer trimestre asoció con un mayor riesgo de pérdida auditiva congénita que la seroconversión durante el segundo o tercer trimestre. Los pacientes con audición normal mostraron cargas virales más bajas que aquellos con pérdida auditiva congénita. Mientras que la presencia de quistes PV en la RM fue un factor de riesgo de pérdida auditiva, no lo fue su presencia en la ultrasonografía cerebral (USC). La vasculopatía lentículo-estriada rozó la significación estadística antes de aplicar el modelo de regresión. La discrepancia entre el valor de las RM y la USC se atribuyó a las diferentes sensibilidades de detección entre ambas evaluaciones.
Este es uno de los estudios más amplios examinando factores de riesgo de pérdida auditiva al nacimiento asociada a la infección CMVc y los factores de riesgo identificados pueden ayudar a asesorar a las familias en el período prenatal y posnatal. Los hallazgos respaldan la realización de una RM cerebral además de la USC durante el período neonatal. Los neonatos con CMVc pueden presentar diversas alteraciones cerebrales como vasculopatía lentículo-estriada, quistes germinolíticos PV, ventrículomegalia, alteración de la señal (RM) o hiperecogenicidad (USC) de la sustancia blanca, alteración del cerebelo, alteraciones de la placa cortical y leucomalacia periventricular quística, pero de todas ellas la presencia de quistes PV en la RM parece ser el factor de riesgo independiente.
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