La discapacidad visual es un efecto adverso bien conocido de los tumores cerebrales, que es causado principalmente por: a) daño a la vía óptica, b) aumento de la presión intracraneal, c) parálisis de nervios craneales y d), en ocasiones por la propia terapia. 

Recientemente se ha publicado en JAMA (Septiembre 15, 2022) un amplio estudio prospectivo poblacional en los Países Bajos, que investigó la prevalencia y carácter de los hallazgos oftalmológicos, así como la discapacidad visual en 170 niños de 0 a 18 años con un tumor cerebral de reciente diagnóstico. Este es el primer estudio amplio y prospectivo en niños que incluye a todos los tipos de tumores cerebrales y que evaluó sistemáticamente la función visual y realizó una evaluación oftalmológica estandarizada.

Un 48% de los tumores fueron infratentoriales y el resto supratentoriales. El 79% de los niños presentó hallazgos oftalmológicos durante el examen ocular. El 59% presentaba síntomas visuales en el momento del diagnóstico. De los niños sin síntomas visuales en el momento del diagnóstico, el 65% presentó hallazgos oftalmológicos en el examen. En global, los hallazgos más comunes fueron papiledema en el 52% de los que se sometieron a oftalmoscopia y en aquellos con evaluación de la visión binocular (optóptica), se apreció déficit de mirada en el 33,5%, defectos del campo visual en el 28%, nistagmo en el 25% y estrabismo en el 20%. Se apreció una disminución de la agudeza visual en el 9% de los niños en quienes se evaluó esta capacidad. 

La principal limitación de este estudio es que la mayoría de los niños con un tumor ubicado en un hemisferio cerebral o a nivel infratentorial fue examinado por primera vez después de la cirugía. Por lo tanto, es posible que algunos hallazgos oftalmológicos se asocien más con la intervención neuroquirúrgica que con el tumor.

No obstante, los hallazgos del estudio muestran una alta prevalencia de alteraciones oftalmológicas en niños con tumor cerebral e indican la necesidad de realizar un examen oftalmológico sistematizado en todos los lactantes y niños con un diagnóstico reciente de tumor cerebral. Oftalmólogos, neurocirujanos, neuro-pediatras y oncólogos precisan tener conocimientos de las alteraciones oftalmológicas asociadas a los tumores cerebrales y evaluar a estos pacientes de forma sistemática, aun cuando no existan síntomas que preocupen a la familia o los niños. Ello puede permitir la detección temprana de la pérdida de la visión, la toma de decisiones sobre el tratamiento y, si es necesario, la derivación oportuna para rehabilitación visual.

https://doi.org/10.1001/jamaophthalmol.2022.3628