Postulamos tres tipos de intervenciones para favorecer la neuroprotección y el neurodesarrollo del recién nacido:
- Medidas básicas independientes de la enfermedad del recién nacido. Estas son acciones de cuidado, esenciales para promover la salud, el crecimiento y el desarrollo del neonato y de la familia. Han sido descritas y organizadas como modelos de cuidado por diferentes autores (Gibbins and col, Couhlin and col, 2009 and Altimier and col, 2013), y comprenden: 1.1. Medidas para crear un ambiente que facilite la curación; 1.2. Atención centrada en la familia; 1.3. Cuidado postural e interacción con el bebé; 1.4. Protección del sueño; 1.5. Evaluación y manejo del estrés y el dolor; 1.6. Cuidado de la piel; 1.7. Acciones para optimizar la nutrición.
- Intervenciones enfermeras para establecer una relación de colaboración con la familia del RN basadas en el respeto, la confianza y la comunicación efectiva que facilite el empoderamiento de los padres y su mejor afrontamiento.
- Acciones e intervenciones específicas relacionadas con el cuidado diario del recién nacido durante su hospitalización, tanto para bebés con un problema neurológico diagnosticado, como para aquellos exentos del mismo. Incluye elementos cómo:
- El manejo respiratorio y hemodinámico, el hematológico, el dolor y el confort, la termorregulación, el hidroelectrolítico (infusión de volúmenes, extracciones de sangre rápidas…), la infección etc, son elementos del cuidado quizás menos visibles e integrados por los profesionales, pero que precisan nuestra consideración también.
- Manejo eficiente de la monitorización de diversas funciones del sistema nervioso central, de utilidad para conocer el estado neurológico del bebé y poder actuar en consonancia, es objeto de nuestra consideración profesional.
