La quimioterapia en el primer trimestre de embarazo asocia un alto riesgo de malformaciones congénitas en el feto por el efecto teratogénico de este tipo de medicación. El periodo de máxima vulnerabilidad es entre las 4-8 semanas después de la concepción, por lo que normalmente se espera a administrar la quimioterapia hasta pasado este intervalo de formación de los órganos. Dado que el momento exacto de la concepción en ocasiones es desconocido, es de vital importancia la datación mediante ecografía fetal, antes de iniciar ningún tratamiento potencialmente tóxico para el embrión y el feto.

Un reciente estudio multicéntrico de cohortes de mujeres embarazadas que padecían cáncer (n=755), con datación del momento de la concepción, publicado en JAMA Network 2022, ha mostrado que el riesgo de malformaciones congénitas mayores es elevado (21,7 % (IC del 95 %, 7,5 %-43,7 %)) cuando la primera exposición a la quimioterapia acontece antes de las 12 semanas de gestación, mientras que cuando la quimioterapia se suspende o se inicia después de las 12 semanas de gestación, la aparición de malformaciones congénitas mayores es similar (3,0 % (IC del 95 %, 1,9 %-4,6 %)) a las tasas esperadas en la población general.

Los hallazgos de este estudio permiten ajustar mejor el momento de iniciar la quimioterapia durante el embarazo e informar a las pacientes sobre los riesgos fetales de malformaciones. Los autores, destacan la importancia del asesoramiento anticonceptivo y la necesidad de una prueba de embarazo antes de iniciar el tratamiento quimioterápico en mujeres jóvenes con cáncer. 

https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2790989