Algunos estudios han relacionado la alimentación con leche materna durante el período neonatal con mejores resultados del neurodesarrollo a los dos años. Estas observaciones han sido apoyadas por estudios que han notificado diferencias estructurales en el cerebro de neonatos, a la edad equivalente a término, alimentados con leche materna.

Recientemente se han publicado dos estudios que examinan el impacto en el neurodesarrollo de la alimentación con leche materna durante el período neonatal y tras el alta. El primero, publicado en Journal of Perinatology (https://doi.org/10.1038/s41372-022-01513-3), es un estudio multicéntrico que incluyó 252 neonatos ≤1250 g de peso al nacimiento. Este estudio comparó el desarrollo neurológico, a los 18–22 meses de edad corregida, de los niños alimentados a base de leche humana (HUM) exclusiva o con un fortificante a base de leche bovina frente a los alimentados con fórmula para prematuros. Las puntuaciones cognitivas, de lenguaje y motrices se ajustaron por peso al nacimiento, sexo, centro y enterocolitis necrosante.  Los bebés cuya dieta fue a base de leche humana tuvieron a los 18–22 meses de edad corregida puntuaciones cognitivas en el BSID-III más altas, pero no en el dominio motor o de lenguaje.

El segundo estudio publicado en JAMA (10.1001/jamanetworkopen.2022.21608)es un estudio multicéntrico que incluyó prospectivamente una cohorte de 586 bebés nacidos < 33 semanas de gestación. Los niños fueron evaluados a una edad corregida de 7 años con la escala abreviada de inteligencia de Wechsler, la prueba de rendimiento académico (cuarta edición), el índice de TADH de Conners y, además, se evaluó la función ejecutiva y del comportamiento mediante cuestionarios informados por los padres.

La duración media de la leche materna fue de 5,1± 5,4 meses y a diferencia del estudio anterior no hubo neonatos alimentados con leche humana pasteurizada de donante. Tras el ajuste de covariables, el mayor consumo de leche materna (volumen) durante la hospitalización neonatal se asoció con un coeficiente intelectual más elevado, mayores puntuaciones en lectura y matemáticas y menos síntomas de TDAH. También, una mayor duración de la lactancia materna se asoció con mayor puntuación en lectura, ortografía y matemáticas. La mayoría de las asociaciones fueron más fuertes entre los niños con menores edades gestacionales al nacimiento, particularmente en los < 30 semanas de edad gestacional.

Este segundo estudio a diferencia de la mayoría de los previos examina los dominios del neurodesarrollo de forma más completa, fiable y en la edad escolar y no a los dos años, cuando las evaluaciones tienen un valor limitado. Por otro lado, el amplio tamaño muestral permitió el ajuste de múltiples factores de confusión.

Ambos estudios se suman a la creciente evidencia de que la alimentación con leche materna durante la hospitalización de los prematuros y después del alta asocia un mejor neurodesarrollo, particularmente en el dominio cognitivo. El segundo estudio muestra también un mejor rendimiento académico en la edad escolar y una reducción de los síntomas del TDAH, en particular entre los bebés nacidos con menos de 30 semanas de gestación.