La frecuencia del infarto en el recién nacido está entre 17 y 43 por 100.000 niños, similar a la del adulto joven (< 55 años); y entre 10-17 veces más alta que la referida en cualquier otra etapa de la edad pediátrica, donde la incidencia está entorno al 2-3 por 100.000 niños.

Aunque en el momento actual se está avanzando en el conocimiento de esta enfermedad, a día de hoy no disponemos del conocimiento para prevenirla ni de tratamientos para reducir las secuelas a largo plazo.

En el día de hoy, la Fundación NeNe quiere reivindicar la necesidad de destinar recursos al conocimiento y a estrategias de prevención y tratamiento de una patología que si bien en el adulto está bastante dirigida, no lo está todavía en el recién nacido.

NeNe, reivindica que si los adultos merecen y reciben lo mejor, ¿por qué no se realizan los mismos esfuerzos en el paciente más pequeño?

No es posible avanzar en medicina sin investigación y ésta pasa en el momento actual por tres pilares fundamentales.

El primero, entender mejor porqué se produce el infarto, con idea de prevenirlo.

El segundo, avanzar en las nuevas técnicas de neuromonitorización y de neuroimagen que nos permitan asociar mejor las zonas afectadas con los problemas a largo plazo para así planificar mejor la rehabilitación que necesita cada niño.

Y en tercer lugar, encontrar estrategias terapéuticas que disminuyan la lesión nada más se produzca el infarto e incluso capaces de regenerar el tejido destruido. En este sentido, se están probando distintos tratamientos como la hipotermia, la eritropoyetina o las células madres. En éste último caso, estudios experimentales, y algunos ya realizados en adultos, son muy esperanzadores ya que parecen ayudar a regenerar parte de la zona destruida, a mejorar la discapacidad y no parecen tener efectos secundarios.

En nuestro país, existe un grupo que viene trabajando desde el año 2007 en la investigación sobre el infarto cerebral del recién nacido dirigido por el neonatólogo del hospital Sant Joan de Déu y presidente de la Fundación NeNe, el Dr. García-Alix, y con el que colaboran otros centros de Madrid, Cádiz y Burgos.

Son muchas las necesidades de los pacientes todavía no resueltas y que necesitan de una mayor atención por parte de los profesionales y de la Administración. Asociaciones como Hemiweb (www.hemiweb.org) o la Fundación NeNe (www.neurologianeonatal.org) en nuestro país, están trabajando para mejorar estas deficiencias.