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EL SALTO DE PIETRO Y OTRAS CELEBRACIONES

Pietro nació un 4 de agosto del 2017, nació con 27 semanas, una hemorragia cerebral que derivó a una hidrocefalia, una lesión neuronal en la parte izquierda, la del movimiento. Un diagnostico que me habría dejado sin respuestas sobre su futuro durante un tiempo largo.

¿Qué nivel de autonomía habría tenido mi hijo?

¿Habría podido hablar, gatear, caminar, saltar?

¿Cómo podía imaginarme su vida?

Eso no se podía saber ni cuando nació, ni cuando nos dieron el alta tres meses después con uno kilos más y una válvula que le habría quedado para siempre en la cabeza.

Con toneladas de angustia en el alma, las ganas de huir, un nivel de inseguridad que me hacía constantemente temblar las piernas, empecé junto con nuestro gran Equipo, un trabajo enorme que todavía sigue. Había ocurrido un terremoto de gran magnitud y habríamos tenido que reconstruir nuestras vidas, acompañar la evolución de este peque con nuestras mejores virtudes y fortalezas mirando siempre hacia adelante.

Fue un cambio de paradigma que me costó mucho asumir, lo que me costó más, fue actuar en un contexto de incertidumbre tan grande, me sentía constantemente fracasada porque las respuestas que yo buscaba tardaron mucho para llegar.

A quienes dicen que los niños crecen rápido, contesto “No, para mí los días fueron eternos, mi sensación era que el tiempo no pasaba nunca y que mis fuerzas no me habrían acompañado”.

Cuatro años después, podemos decir que son muchas nuestras fechas de cumpleaños, fechas que nos han regalado una nueva vida, una nueva visión del mundo, otra perspectiva y han hecho nuestra maleta de experiencia mucho más grande.

En casa celebramos el 23 de octubre la #hospiEXIT, el inicio de la estrategia de salida oficial del hospital; tal como #Brexit, se trata de un proceso largo y un tratado que todavía se está negociando.

Celebramos el 11 de diciembre, día del gateo, la primera expresión del movimiento autónomo que dejaba huella de la rodilla de Pietro en este mundo.

Celebramos el 28 de junio, día de los primeros pasos, aquellos pasos que para mí representaron el tocar tierra después un largo naufragio.

El 29 de abril, como gran homenaje al día internacional de la danza, celebramos el día del Salto, otro gran logro que nos ha hecho conscientes de nuestras alas, de que lo imposible que parece imposible, en cambio no lo es y que ¡Sí, se puede! ¡Se puede hacer!

Los padres de Pietro